Las cimentaciones superficiales se construyen cerca de la superficie del suelo. Son ideales para estructuras que no requieren soportar cargas extremadamente pesadas y donde el suelo superficial es firme y estable. Tipos comunes incluyen zapatas aisladas, zapatas corridas y losas de cimentación. Este tipo de cimentación es más económico y fácil de construir, adecuado para edificios residenciales y pequeñas estructuras.
Las cimentaciones profundas son necesarias cuando el suelo superficial no puede soportar las cargas de la estructura. Estas cimentaciones se extienden a capas más profundas del suelo, donde se encuentran materiales más competentes para soportar grandes cargas. Los tipos comunes incluyen pilotes y caissons. Aunque son más costosas y complejas de construir, son indispensables para edificios altos, puentes y otras estructuras grandes que requieren una estabilidad excepcional. Utilizar productos de calidad de marcas como Inkaferro, Aceros Arequipa y SiderPeru garantiza la seguridad y la integridad estructural de estas cimentaciones.
La elección entre cimentaciones superficiales y profundas debe basarse en un estudio geotécnico exhaustivo del sitio de construcción. Este estudio evalúa la capacidad de carga del suelo, la profundidad de las capas resistentes y las condiciones ambientales. Un ingeniero estructural puede determinar la mejor opción para garantizar la seguridad y durabilidad de la estructura.
Conclusión